París y su región y Normandía, cuna del impresionismo

Fundación Claude Monet en Giverny

Entre extraordinarias luces, sinuosos meandros de ríos y la simple felicidad de vivir, bienvenidos a Normandía y París y su región. Estas dos regiones se entrelazan y se acarician mutuamente, compartiendo una misma cuna: la de los impresionistas, el célebre movimiento pictórico francés surgido de la colaboración entre algunos artistas durante la segunda mitad del siglo XIX. Acompáñanos en un viaje que sigue las huellas de los grandes maestros, desde los encantos de Montmartre hasta las costas normandas, pasando por los idílicos paisajes de Giverny y Auvers-sur-Oise.

París, su región y Normandía, son destinos impresionistas por excelencia. Te transportan a lo largo de los afluentes del Atlántico, envueltos en una luz tan particular que ha inspirado a algunos de los artistas más grandes, quienes han sido testigos de nuestro tiempo.

Desde Normandía...

En Normandía, imagínate a Monet, Courbet o Eugène Boudin pintando en Honfleur, un pequeño puerto del estuario del Sena cuyas luces cambiantes inspiraron a estos genios del color.

Cruza el Sena y estarás en Le Havre, en el Museo de Arte Moderno André Malraux (MuMa), que alberga obras de los más grandes artistas de esta escuela.

No lejos de allí, la Costa del Alabastro, con sus vertiginosos acantilados de piedra caliza blanca, alberga el pequeño puerto de Étretat. Inspirado por la luz que cambia con las estaciones, Monet pintó aquí su obra maestra, Etretat, la Manneporte, reflets sur l'eau.

pasando por Giverny

A medio camino entre París y Honfleur, Giverny se erige orgullosa como meca del impresionismo mundial, popularizado por su residente Claude Monet. Su casa alberga una excepcional colección de estampas japonesas. Los jardines incluyen el Clos Normand, con sus parterres de flores, y el Jardin d'Eau, plantado con vegetación oriental y bañado de nenúfares y maravillosos sauces llorones.

y del Castillo de Auvers-sur-Oise...

A sólo 30 minutos al noroeste de París, descubrirás una serie de lugares legendarios: la posada de Ravoux, conocida como "la casa de Van Gogh"; el Castillo de Auvers, encarnación del arte de vivir impresionista; el Museo William Thornley de Osny; y el estudio de Daubigny en Auvers-sur-Oise.

a Île-de-France

Los impresionistas también se inspiraron en las maravillas naturales de la región de Île-de-France, que desde el siglo XII toma su nombre de los afluentes atlánticos que la rodean: el Sena, el Oise y el Marne. Este triángulo fluvial rebosa de lugares míticos que dieron al movimiento impresionista sus credenciales.

Tomemos los meandros del Sena, que atraviesan la Ciudad de la Luz. París rebosa de museos y estudios construidos a la gloria de las obras impresionistas. Piensa en Eugène Delacroix, cuyo estudio de Saint-Germain-des-Près se ha convertido en museo, junto con los de Orsay, Marmottan y la Orangerie...

...para terminar nuestro viaje artístico en Montmartre o en la isla de Chatou

Montmartre, lugar destacado de los placeres prohibidos, también hizo la felicidad de los artistas impresionistas. Planea la sombra de los Bazille, Renoir, Monet, Pissaro, Cézanne o Degas. Al pie del Sagrado Corazón, los pintores se reencontraban y intercambiaban sus impresiones a diario, como estos momentos de alborozo, captados en la obra Terraza de café en Montmartre (La Guinguette) – Van Gogh.
En el sudoeste de París, los impresionistas también encuentran materia a inspiración en la Isla de Chatou, rebautizada «isla de los impresionistas». Allí se encuentra el célebre restaurante La Maison Fournaise que abandonó su decorado de merendero por los dos célebres oleos de Renoir: Le Canotiers a Chatou y Le Déjeuner des Rameurs.


Recomendaciones y consejos:
Muy popular cuando llega el buen tiempo, la costa normanda es a menudo víctima de su propio éxito. Si deseas disfrutar de este destino en las mejores condiciones posibles y empaparte con tranquilidad de sus inspiradores paisajes, piensa en organizar tu estancia fuera de temporada. Además, cuida estos paisajes sublimes pero frágiles, presa de la erosión, respetando las recomendaciones y prohibiciones relativas a la accesibilidad de ciertos senderos costeros. De este modo, contribuirás a preservar estos parajes y a que su encanto perdure durante muchos años. ¡Disfruta de tu paseo impresionista!


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