Francisco I, el Renacimiento en el Valle del Loira

El reinado de Francisco I significó un momento estelar para el Valle del Loira. Con apenas veinte años, Francisco I impuso una nueva forma de gobernar y llevó a cabo grandes transformaciones institucionales, a la vez que animó a la construcción de esplendorosos castillos y a la dinamización de la vida cultural.

Han pasado más de cinco siglos desde aquel día 14 de septiembre de 1515, cuando el rey Francisco I, al frente de 40.000 hombres, se hacía con la victoria en la batalla de Marignano (actual localidad de Melegnano, cerca de Milán). Con esta gesta bélica iniciaba su reinado (1515 -1547), que se caracterizó por la implantación de sus ideas humanistas, intelectuales y de renovación.

Pasíon por el arte

La figura de Francisco I es poliédrica. Entre otros logros, a él se debe la creación del Tesoro, fue quien introdujo en Francia el depósito legal y quien declaró el francés lengua oficial del reino. Pero, sobre todo, Francisco I fue un apasionado del arte, para quien el mecenazgo constituía una forma de vida. Una de las relaciones personales más relevantes durante su reinado fue con Leonardo da Vinci, su gran consejero, a quien instaló en Clos Lucé, cerca del castillo de Amboise. El rey confió al gran artista italiano diversas tareas, como la organización de las fiestas de la Corte en Amboise, la creación de decorados y el estudio de diversos proyectos. Da Vinci permaneció en Francia hasta su muerte.

Su fervor por las ideas del Renacimiento italiano se plasmaron en osadas construcciones como los castillos de Chambord y Blois.

Cita en el Valle del Loira