6 consejos para una estancia auténtica en San Martín

Entre el Océano Atlántico y el Mar Caribe, a un paso de Guadeloupe, la isla de San Martín concentra en 88 km2 una flora y una fauna excepcionales. En este jardín paradisíaco, el ecoturismo es algo natural. Senderismo, paseos a caballo, bicicleta de montaña, kayak, sobrevuelo de las canopias, introducción a la gastronomía local... Nuestra selección de experiencias para disfrutar a escala natural, en el mar o en tierra.

Viajar al corazón del dosel arbóreo en la Loterie Farm

Al pie del Pic Paradis, el punto más alto de la isla de San Martín, te damos la bienvenida a un santuario natural de 55 hectáreas con rutas de senderismo, cabañas de observación, restaurante y piscina. Situada en el emplazamiento de una antigua azucarera, la Loterie Farm te invita a reconectar con la naturaleza de forma lúdica. Los circuitos por los árboles o accrobranche, las tirolinas y los puentes de suspensión te acercan a las cumbres, te llevan a través de las copas de los árboles entre lianas y helechos y te revelan puntos de vista insospechados, antes de un vertiginoso descenso hasta la piscina de agua dulce. ¡Emociones garantizadas!

Cabalgar entre el mar y la montaña en Ranch du Galion

Caballos galopando en manada, crines al viento, con el telón de fondo del mar turquesa... En la costa este de San Martín, este espectáculo, inesperado, es de gran belleza. En el Ranch du Galion, Jessica deja en libertad a una docena de animales abandonados o anteriormente maltratados. Son los pacíficos acompañantes de magníficos paseos a caballo por la senda costera y por el Parque Natural. Paseos por la playa, baños improvisados... Entre las dunas y el manglar, aprovechamos para aprender gracias a las explicaciones y anécdotas eruditas del guía naturalista.

Observar los fondos marinos en la Reserva Natural

¡Un buen lugar para los encuentros! La Reserva Natural Marítima de San Martín es una de las joyas de la isla, un acuario natural y protegido en el que se pueden encontrar peces loro, peces cofre, pequeños salmonetes o incluso tortugas marinas en medio de corales y praderas marinas. Con unas gafas de bucear y una tuba o durante una excursión de buceo desde el Rocher Créole, podrás acercarte a esta dulce fauna submarina con los ojos bien abiertos. También tendrás que mantener los ojos bien abiertos cuando navegues cerca del agua, en kayak o en remo, por ejemplo, en la costa de la isla Pinel. En 360°, las tonalidades de azul y los paisajes de ensueño te harán zozobrar de placer.

Jugar a ser Robinson en el islote Tintamarre

¡Silencio! No lo repitas... A 3 km de la costa noreste de San Martín, en plena Reserva Natural, la isla de Tintamarre es un rincón del paraíso, un remanso de paz preservado de cualquier actividad humana. Una idea genial: navegar hasta este bello rincón en una excursión de un día en catamarán. Las tortugas y las rayas son habituales en estas aguas translúcidas. Y en tierra, una vez que se ha paseado por la hermosa playa de arena blanca, es con el corazón palpitante que se adentra uno en el bosque en busca de gaiacs, esos árboles "de madera de hierro", y de los restos de un antiguo aeródromo engullido por la vegetación. ¡Una aventura en plena naturaleza!

Degustar la gastronomía local en un lolo en Grand Case

Es en Grand Case, que se ha convertido en la capital gastronómica de San Martín, donde hay que experimentar una comida 100% caribeña. En la calle principal, decenas de lolos, pequeños restaurantes tradicionales instalados en típicas casetas y casas de ramas trenzadas, pegados unos a otros. Allí se puede comer sin problemas en mesas de picnic, en platos de papel y en medio de barbacoas humeantes. En el menú: las mejores costillas de la isla, costillas a la parrilla, una especialidad de San Martín. Y también el pollo asado, los cristofinos rellenos o el filete de mahi-mahi servido con plátanos y arroz criollo... Para disfrutar al ritmo y la música de las bandas locales que ambientan.

Alojarse en plena naturaleza en Pico Paradis o con los pies en el agua

¿Qué pasaría si tomáramos altura para sumergirnos en la naturaleza y disfrutar del panorama más bello que existe? En Paradise Peak, a un tiro de piedra de la cima del Pico Paraíso, las puestas de sol hacen arder la costa este de San Martín y las noches resuenan con la llamada de los monos. Enclavado en exuberantes jardines de flores, este hotel sólo para adultos (y abierto a los naturistas) es un oasis de relajación en el frescor de las montañas. ¿Prefieres dormir con los pies en el agua? En la preciosa playa de arena de Grand Case, el Love Boutique Hotel, todo madera y auténtico encanto criollo, ofrece como horizonte el gran azul del mar Caribe. ¿Listo para un chapuzón?

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