7 momentos inolvidables a vivir este invierno en familia en los Pirineos

Con la cabeza en las estrellas, las raquetas sobre la nieve, los brazos bien rectos para conducir el trineo… Tanto para los niños como para los adultos, las estaciones de los Pirineos ofrecen un montón de experiencias inolvidables. Llévate unos recuerdos memorables en familia.

Encuentro con los huskies en el Grand Tourmalet

¡Una tarde que se anuncia inolvidable! En la meseta de Lienz, en Barèges, con l’Appel Sauvage, los niños de 3 a 7 años se inician al oficio de musher, el encargado de dirigir a los perros de trineo. Mucho más que un simple paseo en el que el niño permanece pasivo, se trata de una verdadera iniciación: encuentro con los perros, aprendizaje de los gestos técnicos y descubrimiento del manejo del trineo. ¡Y luego llega la hora de lanzarse! De pie detrás del volante de su “baby trineo”, adaptado a su talla y regulable en altura, el niño dirige su perro. ¡Menuda aventura!

Soñar en el planetario del Pic du Midi

¡Embarque inmediato para el planetario más alto de Europa! Bajo la cúpula Baillaud, la más antigua instalación astronómica del observatorio que se alza en la cumbre del Pic du Midi, se oculta un planetario de 8 metros de diámetro. Cada sesión comienza con una película de 17 minutos titulada “La epopeya del Pic”, que cuenta la historia de la montaña. A continuación, durante 30 minutos y según la sesión, podrás asistir a una película de animación científica, un documental o incluso un espectáculo a cargo de un astrónomo que te revelará todos los secretos de la Vía Láctea. Para hacer soñar tanto a los grandes como a los pequeños.

Encarnar a un trampero en Payolle

Durante uno o tres días, ¡métete en la piel de una familia de tramperos! Para llegar hasta el campamento de tramperos instalado en Artahé hay que calzarse las raquetas de nieve, en un paseo muy accesible de alrededor de 1h30. Una vez allí, la vida se instala en torno al fuego y una comida tomada en común. Los más valientes incluso podrán volver a ponerse las raquetas para un paseo nocturno. Durante las vacaciones escolares, Delphine y Chris, los acompañantes, organizan veladas de cuentacuentos alrededor del fuego. ¡Mágico!

Dormir en un iglú en Somport, en los Pirineos del Bearn

¿Buscas una experiencia inuit inolvidable? Ponte las raquetas de nieve y da un hermoso paseo por el corazón del Parque Nacional de los Pirineos, en el que quizás tengas la suerte de ver rebecos, corzos... Después, cerca del refugio de Escouret (1.400 m de altitud), iniciarás la construcción de iglús. Con palas, cada participante se pone manos a la obra para construir una cabaña de nieve adaptada al número de personas que se vayan a alojar (de 1 a 4). Por la noche, tras compartir una cena preparada por el guía con productos locales, cada uno vuelve a su iglú para pasar una noche mágica.

Atreverse a realizar la gran tirolina en Gourette

¡200 metros de descenso, ni uno menos! Y 180 metros de remonte del otro lado… En Gourette, las sensaciones fuertes son accesibles a partir de los 5 años gracias a esta tirolina gigante, suspendida entre dos montañas: ¡para sentirse como un ave de las montañas! Los más pequeños vivirán esta aventura acompañados de un monitor.

Chapotear en el spa en el valle del Louron

En el centro termolúdico de Balnéa, en el valle del Louron, el bienestar es accesible desde la más tierna edad: a los 9 meses, los pequeños ya pueden disfrutar de los Baños Amerindios. Nadar a contracorriente, géiser, camas de burbujas, duchas lúdicas, catarata… Para divertirse chapoteando en un agua a 33°C. Una conexión directa permite acceder a los Baños Incas, la extensión al aire libre y descubrir las diferencias de temperaturas, ¡antes de correr a calentarse en los Baños Amerindios! Los mayores también podrán disfrutar, a partir de los 12 años, de los Baños Japoneses y de los Baños Romanos.

Maravillarse con la fauna de los Pirineos en Les Angles

Si hay algo que no puedes perderte con niños y adolescentes, es una excursión a un parque de animales salvajes. En el parque de Les Angles, en Capcir, la atracción no son los animales exóticos, sino la fauna local, no siempre tan fácil de observar en libertad. La verdadera particularidad de este parque es que permite descubrir cabras montesas, muflones, rebecos, osos, lobos, linces, marmotas... en semilibertad, en un entorno natural intacto. A 1.800 metros de altitud, en el corazón de un bosque de pinos negros, podrás recorrer dos circuitos para observar, en vastos recintos que recrean el biotopo de cada especie, los animales de los Pirineos actuales, los que son cada vez más raros o incluso los que han desaparecido por completo del macizo, como los bisontes y los renos. Una experiencia apasionante y educativa.

Cita en los Pirineos franceses