• Un desayuno en Claus Paris (Enlace externo) , en Saint-Germain-des-Prés (distrito 6). Primer local parisino dedicado al desayuno, en la actualidad es una institución para los influencers. Porque aquí todo es 100% casero, sano y sabroso. Ofrece un ambiente de rinconcito acogedor muy luminoso y un servicio de local de lujo. Lo mejor para fotografiar: los röstis de salmón marinado y nata fresca con eneldo.
• Una comida en el Kong (Enlace externo) (distrito 1), el restaurante-bar-club que se ha vuelto célebre gracias a la serie “Sexo en Nueva York”. Aquí se viene a apreciar el refinamiento de la cocina franco-japonesa, pero no solo. También se acude para disfrutar del inmenso ventanal, diseñado por el talentoso Philippe Starck. Detrás de los cristales redondeados se percibe el Pont Neuf, la Samaritaine y el Sena.
• Una cena en el Klay Saint Sauveur (Enlace externo) (distrito 2), un jardín de invierno gastronómico en París. Situado en la planta baja del Klay, sala de deportes ultraselecta parisina, este escondite muy “in” forma parte de las direcciones para los iniciados. Nos gusta (mucho) el patio con aspecto de oasis vegetal firmado por Charlotte Bilten y más aún la carta “healthy” y mayoritariamente sin gluten, que el chef renueva permanentemente.

...la Fundación Louis Vuitton (Enlace externo) (distrito 16). El museo de arte contemporáneo y moderno solo existe desde 2014 y cuenta con 308.000 abonados en Instagram. La estructura del edificio rompe los códigos de la arquitectura (gracias a la creatividad de Franck Gehry). Como una inmensa nave transparente que ha aterrizado en el bosque de Boulogne, la Fundación Louis Vuitton suma nada menos que 3.824 paneles de vidrio. Más que un edificio atrevido con una estética insólita, el museo no deja de incendiar la red Instagram con cada nueva exposición. Más información sobre las exposiciones en París.

Los amantes del arte urbano se detienen en el Terrain Pigalle (Enlace externo) (calle Duperré nº 22, distrito 9), la cancha de baloncesto con más colorido de Francia. Si uno está de humor más bucólico debe dirigirse a Montmartre, posar delante de la Maison Rose (Enlace externo) (calle de l’Abreuvoir nº 2, distrito 18), una verdadera casa de muñecas. Ya que estamos, completamos las visitas con la calle Crémieux (Enlace externo) (distrito 12), donde la policromía viste cada uno de los edificios de esta callejuela. En la otra punta de la ciudad, nos zambullimos en la Piscina Molitor (Enlace externo) (distrito 16), obra maestra del Art Déco, directamente salida de una película de Wes Anderson. En cuanto a la arquitectura, saltamos a la pata coja sobre las columnas de Buren en el Palais Royal (Enlace externo) (calle de Montpensier nº 2, distrito 1), pretendemos ser como Leonardo DiCaprio en el sublime puente Bir-Hakeim (Enlace externo) (distrito 15) y terminamos a lo grande en los tejados plateados de la Philharmonie de París (Enlace externo) (Avenida Jean Jaurès n1 221, distrito 19) a la caída del sol.

• El bar de vinos: nos dirigimos a la Cave de Belleville (Enlace externo) (distrito 19), el garito chic que ya hace la boca agua detrás de sus altos escaparates luminosos. En el interior, una impresionante enoteca, un muy hermoso mostrador todo de madera y jamones colgados por doquier. Si el lugar abre el apetito, espera ver el resto. El vino y los productos selectos son de aúpa.
• La azotea: subimos a la séptima planta en la terraza panorámica del hotel (Enlace externo) (distrito 16). Dominando la sexta planta del edificio, la azotea de L’Oiseau Blanc ofrece unas vistas incomparables de los más bellos monumentos de París (Montmartre y la Torre Eiffel, entre otros).