En la imaginación del visitante, el nombre de Versalles crea destellos de oro y reflejos mágicos provenientes de la Galería de los Espejos. Pero lo que aún desconoce es que la ciudad que rodea el palacio, con sus bellas avenidas que extienden sus brazos adornados de magníficos plátanos de sombra, fue concebida para servir de joyero al célebre palacio...
Savoir-faire en Versalles
La Cour des Senteurs
A 100 metros del castillo, descubre en un mismo lugar el refinamiento de la perfumería, la fineza de la gastronomía, el arte del trampantojo y la artesanía del hierro que embellecen las fachadas del barrio de Saint-Louis, conocido también como el Viejo Versalles. Visitas guiadas bajo reserva previa en la oficina de turismo de Versalles. La histórica Versalles es también la ciudad del arte de vivir a la francesa.
No te vayas sin haber visitado
El Palacio de Versalles
Es una de las más bellas realizaciones del arte francés del siglo XVII. El antiguo pabellón de caza de Luis XIII fue transformado y agrandado por su hijo Luis XIV, quien trasladó allí la corte y el gobierno de Francia en 1682. Los reyes que le sucedieron continuaron ampliando el palacio hasta la Revolución Francesa.