Art Déco: grandes almacenes majestuosos y funcionales

Verdaderas catedrales del comercio, los grandes almacenes parisinos pasan en la década de 1920 del Art nouveau al Art déco. Se exponen mejor los productos y se tiene en cuenta la funcionalidad de los lugares.

Aparecidos en la segunda mitad del siglo XIX, los grandes almacenes parisinos ofrecen a una clientela acomodada productos distintos y variados. Arquitectos e ingenieros (entre ellos, Gustave Eiffel) utilizan el vidrio y el hierro en las cúpulas y claraboyas que iluminan los vestíbulos, amplios espacios de venta.

El Art nouveau con su lujo decorativo, sus líneas curvas, su gusto por el mundo vegetal y los elementos femeninos, se impone como el estilo perfecto para decorar los nuevos comercios de grandes dimensiones, como los Grandes Almacenes del Louvre, la Samaritaine, el Printemps o las Galerías Lafayette. En la década de 1920, estos grandes lugares recurren a arquitectos para renovar sus espacios. ¿El objetivo? Reconsiderar los lugares para exponer mejor los nuevos productos. El contexto económico es muy favorable y se fabrican productos a una mayor escala. El Art déco es aclamado, con sus líneas rectas, su simetría y su lado artístico pero funcional.

Conquistados por las novedades presentadas en la Exposición internacional de las Artes decorativas de 1925, algunos grandes almacenes encargan la construcción de pabellones en el estilo Art déco: el Bon Marché (Louis-Charles Boileau), las Galerías Lafayette (Jean Hiriat, Georges Tribout y Georges Beau) o la Samaritaine (Henri Sauvage). Convertidos en una galería comercial, los Trois Quartiers (Madeleine) fundados en 1829 se reconstruyeron en 1932 en el estilo de la época por obra del arquitecto Paul-Louis Faure-Dujarric. El vestíbulo aumenta de tamaño y se hacen más accesibles las escaleras y los ascensores. Las columnas rectilíneas y los grandes ventanales de la fachada se convierten en elementos clásicos de esta nueva arquitectura. Se pueden encontrar estos grandes techos con vidrieras y estas fachadas con estructura aparente en la Samaritaine, cerca del Pont-Neuf. Cincuenta años después de su apertura, Henri Sauvage es el encargado de renovar este edificio “vidriera”. La estructura se cubre con piedra clara, se retiran los mosaicos y los frescos de la fachada, siendo el resultado cuadrado, macizo, muy típico del Art déco.

La restauración de los edificios se basa en los progresos técnicos de la época: un mejor alumbrado, una mayor ventilación eléctrica y las escaleras mecánicas. La restauración del Bon Marché, en el distrito 7º, es especialmente impresionante. La fachada del establecimiento, ligeramente curvada, con su estilo depurado de formas geométricas es sintomática de Art déco. La luz penetra por majestuosas vidrieras blancas y doradas que iluminan el gran vestíbulo central. Por último, Pedro Patout reconstruye las Galerías Lafayette, en el distrito 9º. De una manera original, creó las fachadas ciegas (más visibles en la actualidad), para que toda la atención de los clientes se dirigiese hacia los productos. Las únicas aperturas son largos miradores verticales, realizados por los talleres Lalique. Una vez más, nos encontramos con el estilo “paquebote” en esta fachada innovadora, con sus altas chimeneas adornando el techo.