Al asalto del sendero cátaro con un especialista en senderismo, Jérémy Banel

De los Pirineos hasta el Mediterráneo, el sendero cátaro ofrece una variedad de paisajes sorprendentes a lo largo de cerca de 300 km. Esta excursión ofrece unas vistas increíbles y un patrimonio de enorme riqueza con los castillos cátaros. Jérémy Banel, especialista del senderismo, nos guía.

Punto de partida: Foix

Para empezar nuestra visita al País Cátaro, primero nos dirigimos a la localidad de Foix, capital del departamento de Ariège, con su castillo-museo que data del siglo XII. Recientemente restaurado, este destacado lugar cuenta ahora con un museo de más de 2.000 m². Pero no podemos permanecer mucho tiempo porque la montaña nos llama. Debemos dejar la ciudad para dirigirnos a un magnífico recorrido con vistas sobre las hermosas montañas del Alto Ariège. Este itinerario GR367 tiene alrededor de 270 km que pueden hacerse en varias etapas. La excursión es modulable, en función de tu experiencia y de tus ganas, y el recorrido puede hacerse tanto del oeste al este como en sentido contrario. El itinerario puede realizarse a pie, en bicicleta todoterreno o incluso a caballo.

El pueblo y el castillo de Roquefixade

Nuestra primera etapa nos conduce a Roquefixade, que se encuentra ya a 700 metros de altitud. Encaramado sobre un impresionante promontorio de 900 m de altura, el castillo de Roquefixade se remonta al siglo XI y ofrece unas vistas excepcionales de 360° de los Pirineos y los alrededores. Este lugar ha sido testigo de acontecimientos importantes a lo largo de los últimos siglos, desde la decapitación entre sus muros del duque de Montmorency a la destrucción del castillo, ordenada por Luis XIII. Una buena noticia: el acceso es gratuito durante todo el año.

Tras recorrer los hermosos bosques de los Montes de Olmes, pasamos a continuación cerca del Pog de Montségur. ¡Tú verás si te sientes capaz de subir hasta la cumbre! ¿Sabías que la palabra “pog” es una forma local del término latino “podium”, que significa “eminencia”? Es el equivalente a la palabra “puech” utilizada en Nîmes y “puy” en el resto de Francia. Se dice para un tipo de montaña con una forma especial de pan de azúcar.

El misterioso Pech de Bugarach

Esta segunda etapa de nuestra excursión cátara nos lleva al pueblo de Bugarach, que tiene una posición privilegiada en el corazón del macizo de Corbières. El lugar es conocido por su célebre Pech (pico), pero también por su ambiente misterioso. Su leyenda se construyó poco a poco, primero gracias a Victor Hugo y más tarde a algunos habitantes del pueblo que contaron haber visto extraterrestres volar alrededor de la montaña. Otros afirman incluso que Bugarach es un lugar de intercambio de energía, un destacado punto vibratorio conocido por los templarios e incluso por los cátaros.

Pero dado que lo que nos interesa es la excursión, debes saber que hay dos senderos diferentes para acceder a la cumbre del Pech de Bugarach: un bucle de unas 7 horas que parte del pueblo y pasa por la catarata de Les Mathieux, el lago de la Venne y la célebre ventana rocosa; la segunda opción es un sendero de 3h30 ida y vuelta que parte del puerto de Linas.

Duilhac-sous-Peyrepertuse y castillo encaramado a la montaña

Desde Bugarach, un recorrido de una veintena de kilómetros nos separa de Peyrepertuse donde podremos descubrir uno de los castillos más destacados del País Cátaro. Tras un breve paso por las Gargantas de Galamus, llegamos a Duilhac-sous-Peyrepertuse. Construido sobre un pitón rocoso, el pueblo domina un pequeño circo donde casi todas las parcelas están cultivadas, muchas de ellas con viñas.

El castillo de Peyrepertuse es muy conocido, ya que forma parte de de los “5 hijos de Carcasona”, junto con los castillos de Quéribus, Puilaurens, Termes y Aguilar, todos ellos situados en las cimas de pitones rocosos inexpugnables. Aquí estamos en un lugar con una historia de enorme riqueza: unas excavaciones recientes han demostrado que las primeras actividades se remontan a principios del siglo I a.C..

Debes saber que a partir de Duilhac se puede practicar la escalada en el acantilado del castillo de Peyrepertuse. También es posible lanzarse en parapente y muchos bañistas aprecian las cataratas del Verdouble, muy próximas.

El castillo de Quéribus: un panorama único

Solo una decena de kilómetros de marcha separan Duilhac-sous-Peyrepertuse del castillo de Quéribus. Este último se yergue a una altura de 728 m sobre una meseta rocosa que delimita los departamentos del Aude y de los Pirineos Orientales. Desde la lejanía, el castillo se parece a un nido de águilas sobre una cresta que desafía el horizonte. Reconocible por su inmenso torreón rodeado por tres murallas, fue el último bastión de la resistencia cátara en caer en manos de los cruzados en 1255. Accesible por un sendero escarpado, ofrece unas vistas increíbles del macizo de Corbières, la llanura del Rosellón, los Pirineos y el mar Mediterráneo que empieza a dibujarse en la lejanía.

Mientras que el desnivel parece suavizarse, nos acercamos precisamente al mar tomando la dirección de Port-la-Nouvelle. Nuestro camino concluye con unos sublimes paisajes de viñas sobre las laderas y finalmente pasamos por las garrigas mediterráneas, siguiendo las huellas de la célebre Vía Domitia.

Para saber más:
Para dormir, puedes elegir: casas de campo, casas de huéspedes o camping, depende de tus deseos, pero también de la temporada.

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