La abadía del Monte Saint-Michel

Declarada Monumento Histórico en 1874, la abadía del Monte Saint-Michel es una joya de la arquitectura religiosa de la época medieval.

Dominando la inmensidad de la bahía, la abadía del Monte Saint-Michel muestra la pericia arquitectónica de los constructores de la Edad Media.

La larga historia del Monte Saint-Michel comenzó en 708, cuando Aubert, obispo de Avranches, mandó construir en el Monte Tombe un santuario en honor del Arcángel san Miguel. El monte se convirtió rápidamente en un importante lugar de peregrinación. En el siglo X, los benedictinos se instalaron en la abadía.

Reúne más de 20 salas, entre ellas una capilla prerrománica, edificios religiosos románicos, un conjunto gótico apodado “la Maravilla” y un coro gótico flamígero.

A lo largo de los siglos, tras sufrir incendios y hundimientos y ser objeto de reconstrucciones, decisiones arquitectónicas o cambios de función, la abadía se ha transformado, como un reflejo de los cambios acaecidos a lo largo de la historia de Francia. La abadía sigue siendo un importante lugar de peregrinación.

En la actualidad, la abadía está abierta al público por el Centro de Monumentos Nacionales, cuya función turística y cultural se percibe a través del desarrollo de un programa de actividades para todos los públicos: visitas guiadas, conciertos, conferencias, visitas familiares y proyectos escolares. La terraza del Oeste, explanada de la abadía, es un mirador ideal para contemplar la bahía, en especial durante las grandes mareas.

Cita en el Mont-Saint-Michel, en Normandía