Perfumería del País de Grasse

La sombra de los Alpes Marítimos franceses se extiende sobre el País de Grasse, en la Costa Azul, una tierra que esconde el embrujo de los aromas. El savoir-faire del perfume nació aquí durante el siglo XVII ligado a otra tradición ancestral: el trabajo de la piel.

La moda de la guantería perfumada proveniente de Italia de la mano de Catalina de Médici irrumpió con fuerza en Grasse y en Francia. Esta relación entre la piel y los aromas quedó reflejada en “El Perfume”, la obra más leída de Patrick Süskind.

Al contrario que el arte de la guantería que desapareció en Grasse a mediados del siglo XVIII, la perfumería fue evolucionando hasta alcanzar su momento culminante a principios del siglo XX cuando se llegaron a cultivar más de 2.000 hectáreas de rosas de Provenza y jazmín, entre otras plantas. Es entonces cuando la fábrica Chiris exporta este savoir-faire local a todo el mundo.

En los setenta del siglo pasado el cultivo de plantas para el perfume decayó, pero a partir del cambio de siglo unos agricultores rescataron este savoir-faire ayudados en parte por las principales marcas francesas de moda y perfumería que han hecho una gran apuesta por el País de Grasse, candidato a la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

En este sentido, mientras que Chanel trabaja desde los años 70 en colaboración con la familia Mul en Pégomas, Vuitton y Dior abrieron en 2016, en las Fontaines Parfumées, dos talleres de creación dirigidos por sus especialistas en perfumería. Asimismo, Dior ha renovado recientemente “La Colle Noire” en Montauroux, un castillo que era propiedad de Christian Dior, donde se cultivaban las flores que tanto gustaban a este diseñador.

Para tener un conocimiento más profundo de este savoir-faire es recomendable pasear por un jardín de flores para perfume como Le Domaine de Manon, en el pequeño pueblo de Plascassier. Un buen momento para conocer este lugar es durante los períodos de recolección: la rosa de Provenza se recoge a mano desde principios de mayo hasta mediados de junio y el jazmín se cosecha de agosto a mediados de octubre.

También es aconsejable visitar diversas fábricas de perfume como Galimard, Molinard o Fragonard que proponen, además de recorridos guiados, talleres de creación de fragancias. Fragonard, por ejemplo, te invita a descubrir su fábrica histórica de Grasse y sus laboratorios de Eze, uno de los pueblos más pintorescos de la zona, donde se guardan los secretos de este aromático proceso. Asimismo se imparten talleres de perfumes con los que se crea agua de colonia personalizada.

Para finalizar un recorrido por la naturaleza de la Costa Azul te aconsejamos que conozcas alguno de sus 14 Jardins Remarquables (Jardines Destacables), como los de la Villa Rothschild, en Saint-Jean- Cap-Ferrat, a 20 minutos de Niza.

Cita en Grasse, en la Costa Azul