8 bodegas que hacen burbujear Champagne

Kilómetros de galerías subterráneas y millones de botellas de champán cuidadosamente conservadas, protegidas de la luz y el calor... En Reims o en Épernay, las visitas a las bodegas de las más grandes maisons de champán forman parte de las actividades ineludibles. ¡Efervencencia de historias y de savoir-faire!

Mercier: ¡el más grande!

Original y ameno, recorremos en un pequeño tren una parte de los 18 km de bodegas de la Maison Mercier, a 30 metros bajo tierra del suelo calcáreo de Épernay antes de subir a la superficie donde nos proponen degustaciones. En el recorrido de la visita, un tonel gigante requiere una parada. En el siglo XIX, Eugène Mercier lo mandó construir, el más grande del mundo, y lo presentó en la Exposición Universal de 1889 en París. Mercier ganó el segundo premio detrás de... ¡la Torre Eiffel!

Moët & Chandon: historia y tradición

Considerada una de las maison de champán más famosas, a la cabeza del viñedo más grande de la región, Moët & Chandon también tiene las bodegas más grandes, un laberinto de 28 km excavado en el blanco de la creta champenoise, debajo de la avenida de Champagne en Épernay. Tanto si eliges la visita "Tradicional", "Gran Vendimia" o "Imperial" (un guiño a Napoleón, gran amante del lugar), tendrás una cita con la Historia, siendo acogido en el patio del dominio por la estatua de Dom Pérignon. Mención especial a las salas de degustación y a la tienda.

Mumm: icónico Cordon Rouge

Su etiqueta blanca atravesada con un cordón rojo ha dado la vuelta al mundo. Para comprender el proceso de fabricación de esta icónica añada, la maison Mumm, fundada en Reims en 1827, ofrece una "Expérience Cordon Rouge" donde cada uno tendrá que utilizar su sentido del olfato, a 7 o 14 metros bajo tierra. Un pequeño museo recorre la historia y el saber hacer de Mumm antes del momento de la degustación, donde se pueden solicitar otras añadas.

Taittinger: una pasión familiar

Situada en Reims, en la plaza Saint-Nicaise, donde se encontraba la abadía del mismo nombre en el siglo XIII, la maison de Taittinger esconde magníficos vestigios de ella. A 18 m de profundidad, el viaje en el tiempo continúa en los blancos crayones galorromanos que forman parte de los "Coteaux, maisons et caves de champagne" que figuran en la lista del patrimonio de la UNESCO. Unos 15 millones de botellas reposan en estos lugares donde el saber hacer ancestral de una familia de apasionados sigue elaborando. La degustación, al final de la visita, permite comprobarlo.

Veuve Clicquot: champaña en femenino

En 1810, Barbe Nicole Ponsardin, la viuda Clicquot, la primera mujer que dirigió una maison de champaña, creó su propia añada. También inventó el proceso de "la table de remuage" (mesa de removido) para lograr una mayor finura y aportar un nuevo nivel de claridad al vino. Desde entonces, la etiqueta de color amarillo dorado se ha convertido en una referencia mundial. La visita, con pantallas gigantes de última generación, nos recuerda esta bella historia a través de un instructivo recorrido por los crayones de Reims, seguida de una degustación.

Lanson: de la viña a la copa flauta

Una parcela de viñas en el corazón de Reims, un privilegio de la maison Lanson. Una razón para proponer una experiencia única: el recorrido "De la viña a la flauta" comienza a cielo abierto, en este viñedo en miniatura antes de presentar, etapa por etapa, de la bodega a la vinoteca, el método champenoise. El viaje termina en el "Corredor del Tiempo", bajo los retratos de los sucesivos dueños, antes de pasar a la degustación.

Ruinart: magia bajo tierra

La maison de champán más antigua, fundada en 1729 en Reims y clasificada como sitio histórico en 1931, merece una visita de 2 horas. Las catedrales calcáreas donde se almacenan las valiosas botellas de la Maison Ruinart, a 38 metros bajo tierra y a 11°, son esplendorosas. Como las muros formados por botellas, hasta donde alcanza la vista. También son muy emotivas las esculturas talladas en los crayones por varias generaciones de trabajadores. Solo la degustación, a continuación, tiene tanto relieve.

Vranken-Pommery: el champagne hecho arte

Imagina una hermosa finca de estilo Isabelino, a un paso de la Catedral de Reims. Construida por Madame Pommery en el siglo XIX, alberga una de las maisons de champán más famosas. Una magnífica escalera conduce a 120 crayones conectados por 18 km de galerías subterráneas decoradas con frescos. Allí, el gran tonel de 75.000 litros, con una capacidad de 100.000 botellas, nos deja boquiabiertos. Renovada cada año, una exposición de arte contemporáneo completa la visita, para una degustación con mucho arte.

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