Sabías que puedes ver focas en la bahía de Somme

Varias excursiones en la naturaleza están organizadas por guías naturalistas para conocer las focas: a pie, en kayak e incluso en canoa. Cualquiera que sea la temporada, mejor que estés bien equipado: un par de botas de lluvia, o buenos zapatos para caminar, y un chubasquero. Aquí, cuando sopla el viento, tienes que estar bien amarrado.

Para un paseo, los guías naturalistas se encuentran en el faro Hourdel, cerca de Cayeux-sur-Mer. Estamos en el corazón de la bahía de Somme, frente a la Reserva Natural Nacional. Aquí, el Somme desemboca en el Canal de la Mancha. En el otro lado de la bahía se encuentra el Parque Marquenterre, uno de los sitios de ornitología más importantes de Francia. Pero en la playa Hourdel, las estrellas no son los pájaros: ¡son las focas!

La caminata comienza en la enorme playa de Hourdel: gracias a las explicaciones del guía, los diferentes biotopos de la Bahía de Somme no tendrán ningún secreto para ti. Un consejo: para no perderse nada del paisaje y su fauna, es mejor llevar un buen par de prismáticos. El guía naturalista está equipado con el suyo, ¡pero estamos demasiado impacientes para esperar nuestro turno y mirar!

A unos 300 metros de distancia, frente a la playa de Hourdel, hay siluetas en un banco de arena: ¡aquí están las focas! Completamente extintas en la región a principios del siglo XX, las focas han regresado hace 30 años. Puede haber hasta 700 ejemplares.

Aquí, nos encontramos principalmente con focas vitulinas (llamadas también focas comunes), que pesan entre 100 y 150 kg, y algunas focas grises, ¡que pueden llegar a 300 kg! Las focas viven aquí todo el año, pero la colonia está en pleno apogeo en verano, en el momento de los nacimientos. El bebé foca pesa de 8 a 10 kg. Su madre lo amamanta durante 25 días: cuando lo deja, ¡ya pesa casi 30 kg!

Aunque es apasionante, la caminata con el guía naturalista puede resultar larga para los más pequeños: dura 2 horas y 30 minutos, para recorrer solo 3 km. No importa, cuando ya no aguantan, la inmensa playa de Hourdel tiene en que ocuparles. ¿Sabías que las conchas navaja son excelentes lápices para dibujar en la arena?

Después del esfuerzo, la recompensa. Un plato de mejillones y patatas fritas para el almuerzo hará las delicias de toda la familia. Una sugerencia que debería complacer a los niños, cerca del faro de Hourdel, los vendedores ocupan pequeñas cabañas de madera: puedes disfrutar de un helado italiano, una "crêpe" o un gofre.