Poitiers, un paseo por el románico en una tranquila ciudad

Somos muchos los que en nuestros viajes apreciamos pasear por el tranquilo centro histórico de una ciudad, lejos de lugares bulliciosos, visitando lugares de gran interés cultural y viendo rincones con encanto. Eso es lo que pude vivir durante la visita de Poitiers, ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad en el marco de los Caminos de Santiago franceses, y la cual bien merece la pena visitar, aunque haya sido el cercano parque temático Futuroscope lo que te ha llevado a viajar a dicha zona del oeste de Francia. Su gran patrimonio románico con sorprendentes pinturas murales es suficiente argumento para conocer Poitiers.

Iglesia de Notre Dame

La iglesia románica de Notre Dame es la gran joya artística que justifica un viaje a Poitiers. Situada en la principal plaza del centro histórico, realmente quedé impresionado por su fachada del siglo XII y, sobre todo, por la gran belleza de las pinturas murales de la misma época que decoran su interior. Esa fachada además en verano se engrandece con un espectáculo de luces que cada noche es diferente; durante mi visita vi la iluminación de estilo bizantino. A destacar que en Poitiers también puedes ver más pinturas murales en las iglesias románicas de Santa Radegonda, espectaculares, y San Hilario.

Museo de Santa Cruz

Como mejor puedes conocer las raíces históricas de la ciudad de Poitier es visitando el museo de Santa Cruz, donde verás desde restos arqueológicos de hace miles de años y vestigios de la época romana, hasta objetos y obras artísticas de épocas posteriores. Entre dichos objetos sobre todo me llamó la atención un vaso relicario de cristal del siglo XI, el único que aún se conserva de la Edad Media, así como las esculturas y la muy interesante historia de Camille Claudel, artista que en su época fuera más conocida por mantener una relación con su maestro Rodin.

3 bis rue Jean-Jaurès

Catedral de San Pedro

Esta ciudad donde el arte románico tiene un gran protagonismo, también tiene una destacada muestra del gótico, como es la Catedral de San Pedro, del siglo XII. En su interior destaca una vidriera de la misma época, pero sin duda fueron pinturas murales de la misma época las que más me llamaron la atención. Fueron descubiertas muy recientemente, en 2010, y ahora se pueden ver completamente restauradas.

Hotel Mercure Poitiers Centro

En el centro de Poitiers también te puedes alojar en un hotel con encanto como es el Hotel Mercure Poitiers Centro. Situado en el edificio de lo que fuera un monasterio franciscano en el siglo XIX, cuenta con habitaciones como la que me alojé, con un moderno diseño adaptado a las características del edificio, en la que el espacio se dispone entre la estructura de madera que sustenta el tejado. A destacar su restaurante Les Archives, el cual ocupa el espacio del claustro, ahora con una original cubierta sustentada en gruesas columnas, y el cual en la actualidad se ha convertido en uno de los lugares con mayor estilo para comer o cenar en Poitiers.

14 rue Edouard Grimaux

Baptisterio de San Juan

Un pequeño y sorprendente rincón histórico de Poitier es el Baptisterio de San Juan, el edificio religioso más antiguo de la ciudad, pues tiene su origen en una pila bautismal que había en una villa romana durante el siglo IV. En el interior de la ampliación del siglo XI comprobarás que está cubierto por pinturas murales de la misma época.

Bodega y Bar de vinos Rocinante

La tendencia cada vez más popular en Francia de tiendas de vinos que por la tarde-noche se convierten en un lugar donde tapear, también tiene su representación en Poitiers. Rocinante está regentada por Renée, una española que fue a estudiar a esta ciudad francesa hace ya 15 años, y la cual ha convertido en su hogar. Mientras durante la visita picábamos queso y embutidos, Renée me apuntó la clave del éxito del tapeo en Rocinante, “cocinar las tortillas de patata como en España”.

176 Grand'Rue

Macarons de Montmorillon

Si te gustan los dulces, en Poitiers tienes una cita para degustar los macarons de Montmorillon. Elaborados con almendra y huevos, y con distintos sabores, son diferentes a los famosos macarons parisinos, y se vienen elaborando desde hace cinco generaciones. Los descubrí en la pastelería Rannou Métivier, donde también puedes probar otro típico dulce local, el Broyé, una gran galleta que se comparte entre varios tras romperse en trozos.

30 Rue des Cordeliers

De la plaza Charles de Gaulle a la plaza del Ayuntamiento

El eje de la visita del centro histórico se concentra en las calles peatonales que unen la plaza Charles de Gaulle, donde se encuentra la iglesia de Notre Dame, con la plaza del Ayuntamiento, un gran edificio de estilo clásico francés. En esa zona puedes ver más patrimonio cultural, como el antiguo Palacio de los Condes de Poitiers, ahora palacio de Justicia, y cuyo gran Salón de los Pasos Perdidos nos recuerda el esplendor de la época que vivió Poitiers en el siglo XII. Pero el patrimonio románico también surge en otros rincones, como los vestigios de un antiguo convento que puedes ver en el centro comercial del Pasaje de los Cordeliers.

Cita en Poitiers