Nantes: la belleza natural con tendencia a la locura

Hoy en día, el antiguo centro neurálgico de la industria francesa es todo menos aburrido y gris. Muy al contrario. Nantes posee un centro precioso, una isla con elefantes andantes y deslumbrantes remansos de paz por descubrir.

Navegar tranquilamente por el Erdre

Para una ciudad como Nantes, el Loira ha sido desde su fundación la arteria principal. Pero también el Erdre, su afluente de 100 km de longitud, es un curso de agua que la ha dotado de carácter y que merece descubrirse. La mejor manera de hacerlo es emprendiendo un largo viaje en barco de ida y vuelta desde Nantes hacia el norte. El verde entorno esconde durante el recorrido muchos puentes de gran valor arquitectónico, así como multitud de castillos. Uno se cruza con garzas y pescadores y con excursionistas haciendo surf a remo: aquí se siente el lado tranquilo de Nantes.

El lugar de reunión de los artistas: de cena en «La Cigale»

En el famoso restaurante La Cigale se puede cenar en un lugar antaño frecuentado por artistas. Su reputación la precede desde hace más de 100 años. Justo enfrente de la Ópera, en la Place Graslin, la más veterana de las brasseries francesas de Nantes invita a comer y beber con estilo en un ambiente muy agradable. Desde las mesas al aire libre los comensales podrán observar el bullicio de la plaza; la decoración interior, por su parte, les sorprenderá.

La Cigale - Place Graslin

En el pueblo de casas de ensueño de color pastel: Trentemoult

Saliendo de Nantes se entra en la acogedora vida de un antiguo pueblo de pescadores. La bella Trentemoult, a tan sólo 10 minutos en ferry de Nantes, catapulta a sus visitantes a otra década. Hasta el viaje en sí vale la pena. Desde la Gare Maritime, el ferry «Navibus» zarpa cada 15-20 minutos en dirección a la orilla izquierda del Loira. Trentemoult fue en el pasado hogar de los cap-horniers, los tripulantes de los navíos que cruzaban el Cabo de Hornos. Hoy su herencia pervive en el encanto del bonito paseo marítimo, los pintorescos patios traseros y las vistosas fachadas de colores.

En el pasado, industrial; hoy verde e idílica: la Île de Nantes

La isla de Nantes, centro cultural de la ciudad, no tiene parangón ni siquiera en Francia. Lo que antes fuera un importante núcleo industrial es ahora un patio de juegos para el arte. Junto a las antiguas naves industriales se elevan edificios ultramodernos que se integran armoniosamente en el paisaje urbano de la isla. No es de extrañar que el proyecto urbanístico sea único y que atraiga tanto a numerosos visitantes como a nuevas empresas, creativos y espíritus libres de todo el mundo.

Almorzar a la última en «La Cantine du Voyage»

¿Te vas de excursión a la Île de Nantes? «La Cantine du Voyage» a orillas del Loira es el lugar perfecto para una parada a mediodía. Dentro de una enorme construcción que recuerda a un invernadero se ofrece comida local sencilla pero sabrosa. Lo mejor de todo es que muchos ingredientes se cultivan en el huerto de al lado: más frescos, imposible. La vista desde el muelle de la isla de Nantes de la silueta de la ciudad es también impresionante.

La Cantine du Voyage - 20 Quai des Antilles

Julio Verne vive en las Machines de l’Île

Un cruce entre Julio Verne, Leonardo Da Vinci y Burning Man. Las «Machines de l´île» (máquinas de la isla) son la razón por la que los visitantes acuden en masa a la isla de Nantes. Sean grandes o pequeñas, estas maravillas mecánicas entusiasman por igual. Tres atracciones conforman el proyecto artístico ubicado en el emplazamiento de los antiguos astilleros de Nantes: la Galerie, l'Elefant y el Carrousel. En cuanto a innovación tecnológica, sobre todo estos dos últimos son difíciles de superar. El elefante, por ejemplo, es un robot elefante de gran tamaño hecho de madera y metal, a lomos del que el visitante puede recorrer el recinto. No menos creativo es el carrusel, un acuario mecánico lleno de grandes criaturas marinas en las que se puede montar.

Rumbo a un verde oasis: el Jardin des Plantes

¿Te apetece descansar en medio de la naturaleza? El jardín botánico Jardin des Plantes está situado en el centro de la ciudad. Además de los innumerables árboles y plantas del extenso complejo, también hay que echar un vistazo a las muchas pequeñas obras de arte que alberga. Al fondo, por ejemplo, hay una fila de bancos de diferentes tamaños, desde una versión en miniatura hasta uno tan grande que se puede pasar caminando por debajo. Otro atractivo más: algunas de las más de 10.000 especies de plantas del Jardín Botánico se conservan en hermosos invernaderos del siglo XIX.

Hospedarse en el Hotel France Océania

Ubicación mejor en Nantes para un hotel no existe. El Hôtel de France Océania se asoma a la Plaza de la Ópera, muy concurrida todas las noches y llena de vida. El propio hotel da la bienvenida a sus huéspedes con un vestíbulo de entrada vistoso y llamativo como pocos cuyos muros cuentan interesantes historias. Un edificio que preserva un legado cuyas habitaciones, sin embargo, presentan ante el visitante un aire moderno: una buena elección para pasar la noche en Nantes.

Cita en Nantes, en Loira Atlántico