Metz: 365 días de viaje y cultura

¿Te ha pasado? Llegas a un lugar y de pronto lo sientes: quiero vivir aquí. Eso mismo nos ha sucedido con Metz, una preciosa ciudad de la región Gran Este de Francia. Seguro que te atrapará como a nosotros por su estilo de vida, con su alegría o con su tranquilidad, por su compromiso con el medio ambiente, sociedad, deporte y cultura; verás cómo te seduce a través de su cocina; pero, sobre todo, lo que te enamorará será su actitud y sus gentes.

La herencia alemana

Metz no siempre ha sido francesa en su historia. Tiene una gran vinculación con Alemania, ya que se anexionaron a ella en dos ocasiones (en 1871 y en 1940), algo que se tradujo en la transformación de la villa. Los alemanes construyeron un doble cinturón de fortalezas, destruyeron las antiguas murallas que habían perdido su utilidad y crearon la "nueva ciudad" alrededor de una nueva estación de tren. Hoy se conoce como el barrio de la Estación o el barrio Imperial de paso obligado para ir al Centro Pompidou o al centro comercial Muse. En la actualidad alberga mansiones eclécticas con un encanto pintoresco: edificios de tres plantas como máximo, construidos la mayoría en piedra de granito rosa y con una riqueza en sus decoraciones (estatuas, bajorrelieves, carteles y vidrieras) que simboliza la omnipotencia del Imperio Germánico.

Dirección: 1 Place du Général de Gaulle

Un recorrido por los detalles

En Metz hay muchas cosas que ver y hacer, por eso te aconsejamos que te escapes varios días para saborearla en todos sus sentidos con sosiego. Si no es tu caso, Metz es de esas ciudades para repetir y en cada una de tus visitas siempre tendrás algo nuevo que descubrir. Museos pequeños frente a los hits, nuevos restaurantes frente a las grandes damas, iglesias que reabren, exposiciones pequeñas y espacios que están fuera del alcance del viajero neófito. Vamos a coquetear con ella por el barrio Outre Seille donde encontrarás una humilde y acogedora galería de arte, La Conserverie, para conocer la idiosincrasia de los metzinos; le sigue la puerta de los Alemanes, donde podrás continuar conociendo la herencia patrimonial germánica y realizar lindas fotos; y finalizar en la Iglesia Saint Maximin, que junto a la Catedral es una de las construcciones religiosas más emblemáticas.

Dirección: 8 Rue de la Petite Boucherie, Boulevard André Maginot, 61 Rue Mazelle

La música en el Arsenal

Hay tiempo para vivir experiencias y qué mejor que acudir a la ópera en el famoso Arsenal, un lugar dedicado especialmente a la música clásica y artística y con un amplio reconocimiento internacional por ser una de las salas de conciertos más hermosas del mundo. Nosotros tuvimos el privilegio de asistir al espectáculo de Karina Gauvin, una soprano canadiense que ha grabado más de treinta discos y ha ganado numerosos premios, aunque hay casi doscientos eventos que se reparten a lo largo de la temporada. Además te invitamos a que pasees por el entorno para admirar los diferentes jardines y atractivos de la zona.

Dirección: 3 Avenue Ney

Lo mejor del arte moderno y contemporáneo

El Centro Pompidou de París, que posee unas 100.000 obras de arte, una de las colecciones de arte moderno y contemporáneo más completas del mundo junto con el Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York y la Tate Modern de Londres, cuenta con dos sedes: la de Metz, inaugurada en 2010 y la de Málaga de España inaugurada en 2015. Sin duda, es una buena ocasión para contemplar algunas de las colecciones temporales más importantes del momento, como la de Rebecca Horn, Lee Ufan o L'aventure de la couleur. El exterior del edificio tampoco tiene desperdicio ya que simula un sombrero chino de lo más original.

Dirección: 1 Parvis des Droits de l'Homme

Los secretos de la catedral

Metz es desde la antigüedad una de las ciudades más especiales de Europa: ubicada en la confluencia de los ríos Mosela y Seille y numerosos afluentes, con un excepcional patrimonio monumental realzado por el brillo dorado de la piedra de Jaumont, atrae con sus recursos naturales, culturales y arquitectura. Una de sus joyas más preciadas es la catedral gótica de Saint Etienne, cuya construcción duró trescientos años: desde 1220 hasta 1522. La llaman la "linterna de dios" debido a sus espectaculares vidrieras donde verás una consecución de ellas de todos los siglos, realizados por artistas de renombre, artesanos y maestros vidrieros como Herman Munster, Thiebault de Lixheim, Valentín Bousch, Jacques Villon y Marc Chagall. La del siglo XXI aún no tiene hueco, pero lo tendrá en 2020 cuando se cumpla el 800 aniversario del templo religioso. No puedes perderte los alrededores de la colina Santa Cruz, uno de los lugares más hermosos de la gran urbe, y el Museo de la Cour d'Or para apreciar la historia y el arte más clásico desde la época romana.

Dirección: Place d'Armes

FRAC, lugar de sensaciones

Otro de los lugares culturales que no debes pasar por alto es el Fondo Regional de Arte Contemporáneo (FRAC), que se autodefine como una plataforma de reflexión del Este de Francia donde se invita a artistas comprometidos. El 49 Norte 6 Este FRAC está instalado en el corazón del centro de Metz, en el hotel St-Livier, en uno de los edificios más antiguos de la ciudad (finales del siglo XII), y se desarrolla conjuntamente con la Asociación Fragment, el Conservatorio de Resonancia Regional, la Universidad Paul Verlaine, las mediatecas y otras asociaciones culturales. El exterior del edificio lo rodea un jardín repleto de plantas medicinales realmente interesante.

Dirección: 1 bis rue des Trinitaires

Un villa cultural y muy verde

Con el tren turístico de Metz podrás recorrer la capital del departamento de Lorena de una forma divertida, en un trayecto que te permitirá admirar los monumentos del casco viejo, los parques y las flores y los nuevos barrios con edificaciones modernas para hacerte una idea global de la ciudad francesa para luego detenerte en el detalle. Te recomendamos que contemples las islas y sus canales y pasees por los senderos de las orillas que pueden alcanzar casi los 40 kilómetros de longitud.

Dirección: Place d'Armes

Una isla para gourmets

La cultura gastronómica de Metz también es de sobresaliente y debes probar algunos de sus productos típicos como la quiche lorraine (compuesta por panceta, huevos y nata, envuelta sobre un fondo de masa de hojaldre), el guiso lorelés, las empanadillas lorelesas, la sopa de panceta en invierno, los caracoles en caldereta, el ahumado lorelés, los vinos de Mosela y el aguardiente de la ciruela amarilla mirabelle. Un buen lugar para hacerlo es el restaurante El Teatris, ubicado en un lugar inmejorable, en la isla de la Plaza de la Comedia, junto a magníficas vistas a la ópera, al teatro de Metz y al Templo Neuf. Uno de sus platos estrellas es el risotto con calamares en su tinta. ¡Delicioso!

Dirección: 2 Place de la Comédie

Para saber más:

Cita en Metz