Perlas del Pacífico

Muchos relacionan Las Islas de Tahití con las perlas, unas gemas oceánicas muy apreciadas en joyería.

Desde hace más de 40 años, las aguas cálidas y cristalinas de Las Islas de Tahití, y especialmente las de Tuamotu y Gambier (que albergan la mayoría de las granjas perlíferas), esconden uno de los savoir-faire más prestigiosos: el cultivo y extracción de las perlas de Tahití. Cuatro años tarda en formarse este tesoro nacarado redondo y brillante cuya amalgama de colores abarca desde el gris muy claro al negro carbón.

Gauguin’s Pearl

Algunas de las granjas perlíferas que reciben visitas y que muestran el proceso de creación de estas gemas tan preciadas están en el atolón de Rangiroa, al noroeste del archipiélago de las Tuamotu, cuyas aguas límpidas contribuyen a su proceso de cultivo. Una de ellas es Gauguin’s Pearl que, con 25 años de trayectoria, enseña este savoir-faire local en un entorno ecológico ya que estos espacios se autoabastecen con la energía solar que generan.

Museo de la Perla Robert Wan

En el Museo Robert Wan, en Papeete, se hace un repaso a la historia de la perla desde la antigüedad, aparte de admirar la colección personal de Robert Wan, que incluye la perla de Tahití más grande del mundo.

En Las Islas de Tahití tienes la posibilidad de comprar tanto joyas trabajadas como perlas en bruto para hacerte una alhaja a tu gusto.

Cita en Las Islas de Tahití, en la Polinesia francesa