Luces y transparencias
Situado más abajo de la colina de Notre-Dame-de-Lorette, este jardín bautizado “Paseo en el sotobosque, luces y transparencia” invita a la contemplación y al recuerdo. Uno se detiene tras realizar una visita al memorial y disfruta del ambiente suave e intimista de este espacio inspirado en los vergeles.
Luces y transparencias
Situado más abajo de la colina de Notre-Dame-de-Lorette, este jardín bautizado “Paseo en el sotobosque, luces y transparencia” invita a la contemplación y al recuerdo. Uno se detiene tras realizar una visita al memorial y disfruta del ambiente suave e intimista de este espacio inspirado en los vergeles.
El “Jardín del tercer tren”, realización franco-alemana situada en Compiègne, conduce al visitante del aparcamiento al Claro del Armisticio. Los caminos que recorren el sotobosque ofrecen una versión poética de la I Guerra Mundial.
Cornamusa
Casi podría escucharse el sonido de las cornamusas en este jardín que rinde homenaje a los músicos que enardecían a las tropas en las primeras líneas de los batallones escoceses. “Pipper’s Peace” se inspira en la fabricación tradicional del instrumento y en el paisaje escocés, mezclando cardos azules, símbolo del país, y robles negros que antaño eran la materia prima de las boquillas de las cornamusas.
En Vimy, donde un memorial rinde homenaje a los soldados canadienses muertos en suelo francés, el jardín “Bandera” hace eco a la simbología de la bandera blanca y se inspira en el bosque boreal y los paisajes nevados de Canadá, con profusión de flores blancas y guillomos con el tronco gris pálido.
Iniciales
Este jardín es la prolongación del importante memorial franco-británico situado en Thiepval que rinde homenaje a los soldados muertos durante la batalla del Somme. En él se encuentran las iniciales de estos 442.000 hombres grabadas en un banco de madera de 40 m de largo, en el sotobosque, que simboliza la relación entre pasado, presente y futuro.
Iniciales
Este jardín es la prolongación del importante memorial franco-británico situado en Thiepval que rinde homenaje a los soldados muertos durante la batalla del Somme. En él se encuentran las iniciales de estos 442.000 hombres grabadas en un banco de madera de 40 m de largo, en el sotobosque, que simboliza la relación entre pasado, presente y futuro.
“Rangimarie”
Este jardín se visita al alba o al atardecer, momentos propicios para sentir el “rangimarie”, expresión maorí sinónimo de paz que ha inspirado a la paisajista neozelandesa Xanthe White. Situado en Le Quesnoy, este lugar, que recrea un ambiente sereno y apacible, es un lugar de paseo ideal tras visitar el memorial neozelandés que rinde homenaje a los soldados que liberaron la localidad el 4 de noviembre de 1918.
En Craonne, en el Camino de las Damas, el jardín “592” rinde homenaje a los combatientes fallecidos en combate. Los batallones están simbolizados por estacas plantadas entre los árboles. Una instalación que se viste de colores en primavera durante la floración.